Thursday, 19 de January de 2006 |
Página 2 de 4 Luego en su celda, el reo capta una contradicción fundamental. Si la semana tiene 7 dias, es evidente que no podrá ser jamás ajusticiado el domingo, ya que el sabado por la noche tendría la certeza de que la mañana siguiente habría de morir, lo que se contrapone con los propios términos de la sentencia. Esto es irrefutable. De modo que el domingo queda absolutamente eliminado como posible, así que el último día posible es el sábado. 
Pero entonces, el viernes por la noche tendré la certeza de que por la mañana seré ejecutado, lo que también contradice la sentencia. Deberé descartar igualmente el sábado.
 El reo repite el mismo razonamiento para el resto de los días concluyendo triunfalmente que la condena es de ejecución imposible, 
y comienza a dormir aliviado, aguardando que transcurra la semana para pedir su libertad. ¿Quién, en su lugar, no alimentaría iguales especulaciones?
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Modificado el ( Sunday, 04 de March de 2007 )
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